Todos
deseamos saber lo que el Maestro espera de nosotros y cómo quiere que vivamos. A
continuación y por instrucciones de Sant Sadhu Ram
Ji, se presenta a los amados unos aspectos esenciales de Sant Mat para su reflexión y comprensión. Estos son apuntes de
Sus palabras recopilados durante entrevistas y sesiones de darshan
en la India y en las giras mundiales, y se divulgan ahora con Su gracia y
autorización. (Noviembre 15, 2006)
Protejan
las palabras del Maestro.
Ellas
son valiosas y obrarán para su liberación.
Sant
Satgurú Ajaib Singh Ji
La vida de un satsangui debe distinguirse de la
vida de la gente del mundo. Su vida es
una manifestación del Amor de Dios Todopoderoso y de los medios que utiliza el
Maestro. Hagan el bien a los demás sin hacer alarde
de ello ni decir nada. Traten con respeto y reconocimiento a todas las
formas de vida. Sean humildes, tolerantes, generosos y amables. Empleen
palabras bondadosas y maneras suaves de actuar. Entiendan siempre que el
Maestro los está observando desde lo alto.
Estas cosas les ayudarán a hacer más Simran.
Sant
Sadhu Ram
1. Lleven una
vida sencilla y veraz, y agradezcan al Señor Todopoderoso por todo lo que han
recibido de El.
2. Tengan en cuenta que Dios Todopoderoso está presente en todas
y cada una de las personas, sean siempre humildes y compórtense bien con todas
ellas. Recuerden en todo momento que el agua fluye hacia los lugares más bajos
y que un árbol cargado de frutos también se inclina hacia el piso.
3. No hieran el corazón de nadie.
4. Pidan
perdón y perdonen los errores ajenos.
5. Comprendan que
Dios nos ha dado lo que tenemos para nuestro provecho; hagamos uso de estas
cosas para beneficio de los demás y de nosotros mismos, pero no nos apeguemos a
ellas.
6. Es bueno
ayudar a otros sin esperar nada a cambio, pero antes de dar dinero a alguien es
deber nuestro verificar que sea utilizado en un modo correcto, porque de lo
contrario, estaremos asumiendo nuevos karmas y seremos responsables de
cualquier mal uso que se de a ese dinero.
7. Recuerden
la verdad de que todos los que nacen en este mundo tienen que marcharse y dejar
atrás todas sus posesiones. La vida es una fase pasajera y debemos estar
preparados para marcharnos en cualquier momento.
8. Los Santos
nunca dejan a Su mente ociosa. Una mente ociosa crea muchos problemas. Ellos se
mantienen ocupados ya sea con Su trabajo del mundo o haciendo Simran.
Debemos tener una ocupación honesta.
No gasten tiempo en cosas inútiles y eviten involucrarse
en las cosas del mundo salvo aquellas necesarias para el ejercicio de su
profesión.
Si bien debemos tener una ocupación con la cual ganarnos la vida, no
debemos cobrar demasiado, tan sólo lo necesario para cubrir nuestras
necesidades y llevar una vida cómoda. Ravi Das Ji hacía
su trabajo de este mundo, sea que los clientes le pagaran o no. El no se
preocupaba por eso. Entre más dinero tengamos, mayor inclinada estará la mente
a salir al mundo. Si cobramos poco le
facilitamos la vida a los demás.
Si utilizamos parte de nuestros ingresos para ayudar a los demás, nos
volvemos más humildes y desarrollamos
más amor.
9. Si algo te disgusta, guarda
silencio. Dile a los demás sólo aquello que les gustaría escuchar. Habla amorosamente, emplea palabras dulces y amables. No discutas. ¿Cómo podrán mejorar las cosas si te enojas o discutes? Si alguien se enoja, tú debes mantener
silencio. Quien guarda silencio, al
final vence.
10. No te apegues al mundo ni a las cosas del mundo.
Si
tienes algo que te gusta mucho, dáselo a otra persona y hazla feliz. No lo conserves para ti.
11. Entiende que hemos venido a este mundo a saldar las
cuentas del karma; es nuestro dar y recibir de vidas pasadas. Tenemos un dar y recibir incluso con los
miembros de nuestra familia.
Si uno de nuestros seres queridos parte de este plano físico debemos
aceptar la voluntad de Dios y recibir felices Su decisión. No debemos sentir
tristeza ni aflicción por la pérdida de un ser querido, porque Dios
Todopoderoso es el dueño de todas las almas y El mismo decide cuándo y cómo
recoger la cosecha de Sus almas. Nadie nos pertenece, todas las relaciones familiares son temporales,
apeguémonos al amor del Gurú, no a las cosas
pasajeras.
Si nos afligimos por la pérdida de un ser querido, quiere decir que sabemos
mejor que Dios Todopoderoso qué es lo correcto para esa alma, o que la amamos
mucho por un interés egoísta. En vez de afligirnos, deberíamos orar a nuestro
Bienamado Satgurú diciendo: “Oh Gran Maestro, Protector de las Almas, te ruego que protejas a esa alma
Tuya y no le permitas volver a la espantosa prisión del chaurasi,
o ciclo interminable de nacimientos y muertes. Oh Satgurú Ji, te imploro perdón para esa alma, ya que Tú eres
el único que puede perdonar.”
12. Los Santos
nos enseñan amor. Si no podemos amar a los seres humanos a quienes
podemos ver y con quienes tratamos todos los días, ¿cómo podremos amar a Dios a quien nunca
hemos visto? Dios es amor y sólo quienes
viven en el amor pueden encontrarlo a El.
13. Los Santos
vienen a este mundo con el enorme tesoro del perdón que han recibido del
Señor Omnipotente. Ellos vienen a perdonar la pesada carga de pecados que
tenemos y nos sacan libres de aquí.
En
la iniciación, el Maestro nos concede Su perdón en abundancia. El perdona
nuestras faltas, errores y pecados del pasado. Los Maestros sólo vienen a
perdonar y a enseñarnos la práctica de la devoción.
Los Santos nos conceden el perdón para volver a unirnos con Dios
Omnipotente.
Nosotros también debemos perdonar a los demás.
14. Dos personas se unen en matrimonio por voluntad de Dios. Antes de entrar en una relación de
matrimonio podemos pensarlo todo lo que queramos, pero una vez decidamos
unirnos, esa unión debe ser para toda la vida. Los esposos deben ayudarse
mutuamente en los momentos difíciles y acompañarse y compartir los momentos
felices. Si respetas a tu esposo o esposa y le brindas comodidad y felicidad,
tú mismo recibirás comodidad y felicidad. Una vida de hogar amorosa y feliz
abre el camino a las meditaciones fructíferas.
15. Cuidar de los padres es muy importante, y en
especial cuando necesitan nuestra ayuda por motivo de su avanzada edad o
enfermedad. Aquel que cuida de sus padres obtiene felicidad.
Si
cuidamos de otros, ya sean padres, hijos o cualquier otra persona, estamos
cuidando del Maestro.
16. Es deber de
los padres cuidar debidamente de los hijos y guiarlos por el camino de volverse
personas correctas, buenos miembros de familia y buenos ciudadanos.
17. Es muy
importante observar disciplina en nuestra alimentación
y en el consumo de bebidas. Debemos asegurarnos de tener una dieta
estrictamente vegetariana y evitar toda clase de bebidas embriagantes.
18. El alimento que consumimos es muy importante y en lo posible, debería
prepararse y consumirse mientras hacemos Simran.
Debemos considerar el alimento como un regalo de Dios y abstenernos de criticar
lo que se nos prepare.
19. Uno no alcanza a imaginar cuanto pierde por criticar a
los demás. Los devotos no se sienten afectados por lo que hagan o digan
otras personas; ellos simplemente continúan con su devoción. Ellos ni se
preocupan ni se molestan por el trato que reciban de los demás, pero tratan a
todos con amor. Kabir Sahib
dice que El se detuvo en la plaza de mercado a desear el bien a todos. Si queremos alabar a alguien, alabemos al
Maestro, y si queremos criticar a alguien, critiquemos a nuestra propia mente.
20. Sin una fe
absoluta en el Maestro no lograremos éxito con el Simran
ni con la vida en este Sendero Sagrado.
No debemos preocuparnos ni sentir temor.
Todo lo que nos ocurre en la vida es obra del Maestro.
Si
recibimos elogios, es el Maestro quien nos está elogiando.
Si recibimos una paliza, también está obrando el Maestro.
Cuando el alfarero golpea por fuera la vasija, la sostiene por dentro con
su mano.
Tulsi Sahib dice: Todo
lo que haga mi Maestro es de la mayor dulzura para mí.
Kabir Sahib dice que no se mueve una sola hoja sin la
orden de Dios Todopoderoso.
Todos en este mundo están siendo devorados por las preocupaciones. Aquel
que deja de preocuparse se convierte en Santo.
Venimos a este mundo con nuestro propio karma. Si nos preocupamos, el
cuerpo se debilita y somos presa fácil de las enfermedades. Todo lo que ha de
suceder, sucederá, y nuestra preocupación no puede cambiar lo que está por
venir. Ahora que hemos llegado hasta el Maestro, debemos tener confianza en
El. Lo que El decida para nosotros será
lo mejor. El cuida de nuestros intereses desde el fondo de Su corazón.
El Maestro nos está observando a cada momento. El está siempre pendiente de
nosotros. Los satsanguis jamás
deberían preocuparse ni sentir temor. Sant Ji decía: Oh Ajaib, aleja toda
preocupación. (El Maestro y el Señor) se preocupan por ti.
Si uno frecuenta las compañías del mundo más de lo estrictamente necesario,
se llena de preocupaciones y temores. El Simran elimina las preocupaciones y los efectos del mundo. Si uno mantiene la compañía del Satsang crecerá en fé y amor.
Si
sentimos temor, quiere decir que nos creemos más poderosos que Dios
Todopoderoso. El Maestro es Quien decide nuestras penas y alegrías.
Debemos vivir en Su voluntad, cualquiera que sea. Si
vivimos en Su voluntad no tememos nada, porque sabemos que todo cuanto nos
ocurra ha sido decidido y enviado por El para nuestro propio bien. Si sentimos temor, inquietud o preocupación
se debe a nuestro ego, y significa que nos sentimos más poderosos que Dios y
sabemos más que El. Porque si
pretendemos cambiar lo que El ha decidido para nosotros, ¿no significa eso que
nos consideramos más poderosos que El?
Los Santos llevan una vida común y corriente y participan de la sociedad y
las tradiciones del lugar donde nacen y viven. Ellos no se excluyen de estas
cosas. Viven entre nosotros como una persona más. El Maestro es el servidor
gratuito que tienes. De El puedes obtener todo lo que desees. El ha venido a
trabajar para ti; El hace muchas cosas buenas y beneficiosas para ti, y luego
se regresa. Quienes tienen dudas no sacan provecho.
Quienes tienen fé pueden recibir amplios
beneficios. El tiene presente tus intereses; no pierdas la oportunidad. Si todavía tienes dudas, te quedarás aquí.
21. El Simran es un camino amplio de
Haz Simran mientras realizas tu trabajo a todo lo
largo del día, y lograrás que la mente se invierta gradualmente hacia lo
interno.
Cuando la mente se invierta y se dirija a su hogar, te permitirá hacer Simran constantemente. Y
entonces obtendrás verdadero reposo.
Trabaja duramente en el Simran y aumenta tus
esfuerzos un poco cada día, hasta que hagas Simran
las 24 horas del día. Asegúrate de terminar tu curso del Simran
durante esta vida humana.
Todo aquello que hemos de recibir del Maestro y de este Sendero Sagrado, lo
obtendremos a través del Simran.
Cuando mantenemos la remembranza interna en el Maestro, la mente siente
tranquilidad plena. ¿Qué podrá dar el Maestro a quien no tiene su mente
tranquila?
Un satsangui debe vivir feliz y no preocuparse.
El satsangui debe hacer Simran.
Aquel de Quien hacemos Simran El se preocupara por
nosotros, El tiene que cuidar de nosotros.
Si uno se preocupa o siente ira, la sangre se calienta y se seca, y la
persona atrae más enfermedades y comete más pecados. Aquel que hace Simran no tiene que ocuparse con las cosas del mundo ni
queda atrapado en ellas.
Levántate a las 3 de la mañana y haz el Simran
consciente de que el Maestro está contigo. A las 3 de la mañana el Maestro
viene hasta cada iniciado con una cesta llena de Gracia. El Simran
es el único método para impedir que la mente divague por lo externo y nos
perturbe. El Maestro se encuentra en la
décima puerta interna y allí reparte el Néctar del Naam
a los que se reúnen con El. Después de probar este Néctar la mente no volverá a
deambular en lo externo.
Si logramos hacer Simran durante todo el día,
recibiremos experiencias internas cuando nos sentemos a meditar, y entonces
sabremos con certeza que el Maestro ha estado con nosotros todo el tiempo. El amor
del Maestro es mayor al que recibimos de miles de padres juntos. La mente nos
hace olvidar al Maestro.
Quienes no tienen experiencias no tienen plena fé,
si hicieran la meditación con amor obtendrían experiencias.
No olviden al Maestro ni al Simran un solo
instante. Dependan únicamente de El. El Simran, el
Maestro y Dios Todopoderoso son todos uno y la misma cosa.
Mediante la práctica del Simran uno se deshace de
la mente y de los cinco ladrones: lujuria, ira, codicia, apego y ego. El néctar
interno que estos cinco ladrones le están robando al alma se recupera por medio
del Simran, y el alma comienza a beber de él. Si el
alma bebe del néctar interno del Naam, este néctar se
convierte en intoxicante para el alma y en el veneno que mata a los cinco
ladrones.
Cuando
nos proponemos alcanzar o lograr algo, lo conseguimos con amor y firme
resolución. Si hacemos el Simran del mismo modo,
tendremos éxito.
22. Son muy pocos, muy afortunados, quienes obtienen al Maestro Perfecto y Verdadero. Un Maestro
Perfecto los llevará hasta Sach Khand. El único
amigo que tenemos es Aquel que nos lleva de regreso a Sach
Khand. El es el único que
detiene nuestra propensión al pecado.
Un Maestro verdadero es Aquel que lleva al alma hasta Sach
Khand. Dios Omnipotente trabaja en la forma del
Verdadero Maestro. Las cosas del mundo permanecerán aquí, el cuerpo se quedará
aquí. Luego, ¿por qué sentir orgullo de estas cosas si son perecederas? De lo único que debemos estar orgullosos es
de nuestro Maestro. Grandioso es El porque vuelve a unir a las almas que
estaban separadas. Cantemos las alabanzas del Satgurú
Ajaib Singh Ji. Grandes son Sus cualidades.
Hagan Simran.
Vivan siempre felices.
Quien hace Simran todo el tiempo no se perturba
con nada.
Cuanto más Simran hagan, más gracia derramará el
Maestro.
El Maestro habita en la persona que hace Simran
constante.